La cirugía reconstructiva o reparadora es el campo más amplio dentro de la Cirugía Plástica.
Su objetivo es la corrección de defectos o deformidades corporales causadas ya sea por un accidente, una malformación congénita, un proceso tumoral, una quemadura, etc.
Las intervenciones más habituales son la reconstrucción mamaria posterior a una cirugía oncológica de mama, la reconstrucción facial posterior a un accidente o a un proceso tumoral, la reconstrucción de extremidades generalmente por defectos traumáticos o tumorales, etc.
Dentro del campo reconstructivo la microcirugía es una estrategia indispensable para determinadas situaciones complejas que requieran la transferencia de un sector corporal alejado al defecto a reparar. Se trata básicamente de un autotransplante de tejido (hueso, músculo y/o piel) que requiere la unión de arterias y venas muy pequeñas con la ayuda de un microscopio.